Me encanta la música y desde hace tiempo he estado pensando en lo que tuvieron que vivir los mejores compositores para crear las más bellas canciones, José Alfredo Jiménez, Gustavo Cerati, Joaquín Sabina entre otros, las situaciones de desamor que los inspiraron a armar los poemas y notas que hoy escuchamos, quiénes fueron sus musas y los momentos de reflexión y soledad que los llevaron a expresarse de esta maravillosa manera.
Habrán tenido muchos amores? O habrá sido el mismo al que le dedicaron tantas canciones, aquel que estaba clavado en el corazón y no podían olvidar. Las canciones tristes nos martirizan, nos hacen recordar y revivir momentos bellos que en contraste con lo que estamos viviendo nos causan dolor, pero por eso nos gustan, porque nos hacen revivir y recordar.
Es fácil para nosotros poner este tipo de música y escucharla o cuando vivimos el desamor apoyarnos en esas canciones para expresar lo que sentimos, pero ¿cuántos intentos tuvieron que pasar para lograr el éxito? No fue a la primera y no son canciones que se crearon y se lanzaron en el momento, algunas duraron años guardadas.
Fueron pacientes, supieron crecer y mejorar, un claro ejemplo de emprendedor, hacían sus intentos y no renunciaban, primero a crear una obra que plasmara un pedacito de su historia de amor y después, un proyecto para darla a conocer al mundo entero.
Cuantas horas y horas invertidas, palabras tachadas y reemplazadas y algunas letras que incluso ni ellos recuerdan ya que la desesperación desgarró las hojas y las hizo trizas.
Analiza las historias, las frases, los mensajes que hay en esas palabras, lo que te hacen sentir, el sentimiento de la voz que te hace vibrar, la pasión en cada nota.
Viví hace unos meses algo muy especial con una persona maravillosa que me inspiró a crear una canción sobre mi felicidad, se la dediqué y le encantó, me sentía orgulloso, idealizado, hablaba del significado de conocer a alguien como ella y la experiencia de encontrarla en mi camino, su sonrisa y esa complicidad que existía entre los dos, qué bonito es compartir algo así!
Soy muy enamorado y me dispuse a comenzar la aventura ignorando la distancia y las situaciones reales que hacían de lo nuestro un amor imposible… llegó el momento de despertar y reaccionar después de un duro golpe, para entonces continuar…
Ella decía que una pareja es para estar juntos en forma temporal por el tiempo que toque aprender uno de otro, yo le decía que para mi la pareja es para toda la vida… desafortunadamente esta vez ella tuvo la razón.
Sólo me quedó pedirle en otra canción, tiempo para asimilarlo y que no me dejara caer de golpe…
Paciencia te pido
Lo estoy intentando
Te quiero y te apoyaré
Creía que era un sueño
no una pesadilla
Dame tiempo despertaré
Fuiste la energía de mi vida
Y siempre lo agradeceré
Hoy eres lo mas bello de mi pasado
Y nunca te olvidaré…
No me dejes caer
Suéltame poco a poco
Duele reconocer
que siento que me vuelvo loco
Prometo entender
Que debo continuar yo solo
Pero lo lograré
A tu lado aprendí a ser mejor…
Desde ahora cuando escuches una canción, piensa en quién la compuso, qué era lo que vivía en ese momento y quién logró inspirar esas notas y esas palabras que dicen mucho más de lo que podrían significar.
¡Gracias José Alfredo! ¡Gracias Cerati! ¡Gracias Sabina! por compartir este legado, pero sobretodo gracias a sus musas por motivar a esos corazones a crear estas hermosas canciones.