Existen diversos mitos acerca del tiempo que se requiere para construir un nuevo hábito, muchos hablan de 21 días, el equivalente a 3 semanas completas, sin embargo considero que hay otros factores que inciden para que se logre incluso en más o menos tiempo.
Teniendo bien claro el por qué quiero lograr ese nuevo hábito contribuirá como una gran motivación para ser constante y convertirlo en realidad. El problema es que muchas veces nos hace falta visión, necesitamos describir con palabras muy precisas cuál es el hábito y qué beneficios nos traerá, cuál es la razón principal por la que quiero lograr dicho movimiento y qué cambios vendrán a mi vida si lo logro, como dicen, ver la película completa.
Esto es imaginarnos cómo nos sentiremos después de 1 mes de lograr el nuevo hábito, a los 6 meses, al año… Seguramente encontraremos razones muy poderosas para hacer el cambio y aquí es donde está la clave, un hábito se puede lograr en menos de 21 días si tu objetivo está claro, si tienes un motivo y una razón muy poderosa, si lo haces por una persona que significa mucho para ti o por algo de lo que te sientes muy convencido y sobre todo que tomes la decisión tajante de lograrlo.
En el caso contrario seguramente te estarás justificando, saboteando y pronto renunciarás, para que esto no suceda necesitas una estrategia, recompénsate si lo estás cumpliendo y establece fechas de autoevaluación así como un deadline para que no pase de ese tiempo.
Los períodos más prácticos de evaluar en el tiempo son las semanas, ya que 7 días son más fáciles de controlar que un mes completo, velo como ciclos, no necesita ser inicio de mes, con que sea lunes o el día que quieras comenzar, con eso trabajarás por ciclos, prueba los 21 días (3 semanas) y revisa tu avance constantemente, seguro te sentirás orgulloso cuando logres tu primer semana de constancia.
Si necesitas ayuda para crear tu estrategia, ¡contáctame! Me encantará apoyarte con tips y herramientas.